miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ni idea.

No tienes ni idea de odiarte. Reventar por dentro. Estar todo el día con el "fue culpa mía" en la cabeza. Escribir y que te cueste expresarlo. Que todo de vueltas en tu cabeza. Tener ganas de gritar. Que te critiquen hasta por lo que no haces. Que no sepas ni lo que quieres. Con una cabeza echa caos. Y soñar contig... Ah, no, que ya no duermo.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Nuestra canción.

La suerte no me quiere. Enciendo el móvil y dejo que el aleatorio elija canción. Entre quinientas canciones, no había otra, no, empieza a sonar la nuestra. Miro el móvil cómo con ternura, con millones de recuerdos en esa canción... Vuelvo a mirar el móvil mientras noto que algo cae por mi mejilla. Y otra vez. Y otra. Y otra. Cuándo quiero darme cuenta mis ojos rojos y encharcados en lágrimas lo dicen todo. Pienso. Me digo a mí misma "¿debería borrarlo?". No es la primera vez que me pasa. De repente deja de sonar y se acaba. Paro la música. Segundos después marco "replay". La vuelvo a escuchar. Esta vez, dejo que las lágrimas caigan, ni si quiera me seco los ojos mientras pienso "no borraría esta canción en mi vida".

miércoles, 18 de julio de 2012

Los restos.

¿Me ves? Pues sólo ves los restos de lo que queda de mi, el resto se lo fueron llevando poco a poco entre todos, y cada vez queda menos. Todo esto por esos días que pasaban demasiado lento, o por esos otros en los que todo iba demasiado rápido. Todo por no saber encarar los problemas y complejos. Todo por no saber usar en mi misma mis propios consejos. Todo por esconderme tras una sonrisa falsa pese a unos ojos tristes. Todo por querer y esperar más de mi de lo que soy. Todo por confiar en gente que no merecía la pena. Todo por darlo todo por alguien que no hubiese dado nada por mi. Todo por mis mil errores. Todo por las malas rachas, una detrás de otra, que a veces parecen no acabar nunca. Todo por romper mi corazón en mil varias veces. Todo por las lágrimas y la nostalgia. Todo por las noches enteras despiertas, buscando sacarme los recuerdos de la cabeza. Todo por querer ganarlo todo y perder. Y aún así... algo de mí aún queda.

lunes, 16 de julio de 2012

Considérame gilipollas.

Querer cómo el primer día, cómo si nada hubiese cambiado. Borrando de la memoria las putadas y los malos recuerdos y dejando sólo lo bueno, que en verdad es lo que hace daño. Olvidar los “no te quiero” y las lágrimas. Es cómo si no parara de repetirme que no te quiero pero que ni yo misma me hiciera caso. Soy estúpida por creer en el amor, que no es más que otro mito de esos. Lo jodido empieza cuando ni tú mismo sabes lo que quieres, lo que te viene bien o lo que necesitas. Todo esto por mi puto corazón suicida, que lo único que parece que sabe es hacerse daño a él mismo. Todo esto por mi puta cabeza, que no la da la gana sacarte de allí y que hace que te esté recordando todos los putos días. Todo por mí, y mi manía de creer en el destino.

lunes, 9 de julio de 2012

Todo mal, todo mal, ¿es que no te cansas de hacerlo mal?

Es sentir que el mundo te falla, que no puedes confiar en nada ni nadie, ni en ti mismo, "es cómo intentar hablar contigo mismo y acabar discutiendo" y odiándote. ¿Cuánto tarda mi media naranja, no? A lo mejor es que ni tengo de eso, a lo mejor soy un fallo, un error, un defecto de fábrica. Los días pasan todos iguales, ni el humo ni las sonrisas falsas de oreja a oreja esconden las ojeras y las ganas de abrazarte y de que ese momento no termine. El vacío en el pecho cada día se agranda más y más, ¿es que nadie va a entenderme?
Me monto mil películas en la cabeza, imagino otra situación, y me veo feliz, con mi familia, mis amigos y contigo, aunque qué más da... jamás leerías mis rayadas.

jueves, 5 de julio de 2012

¿Celos?

¿Qué es eso que me está comiendo por dentro? Duele. No sé que es, pero cada vez que te veo abrazado a ella lo siento. Es cómo si algo dentro de mí me desgarrase el corazón e intentase salir de mi cuerpo haciendo un agujero en mi pecho, y, cómo todo agujero, dejar su vacío. Su vacío, su sensación de inestabilidad, de intranquilidad, de saber que lo único que quieres es gritar y llorar para desahogarte. Una sensación que te está gritando sólo a ti "¡ven y arregla el desastre de mi vacío!". El vacío es cuando falta algo, ¿no? ¿Y si a mi me faltase mi "todo"? Las lágrimas ya no desatan el nudo de mi garganta, que cada día se hace más grande y duele. Ya ni los dolores de cabeza por rayarme, ni las ojeras del insomnio que  me produces, son heridas suficientes.

Que le follen a la suerte.

Ni heroína, ni cocaína, ni alcohol, ni tabaco, ni cannabis, ni LSD, ni éxtasis, ni anfetas.
¿Nadie se da cuenta? Durante toda tu vida vas a querer a alguien, llámalo media naranja, medio limón o media manzana, da lo mismo. Encontrarás a alguien que te hará feliz, no lo dudo. Os querréis, pero no tendrá ni punto de comparación con esta otra mitad.
La suerte es una puta, como muchas otras y os va a separar, a lo mejor un viaje, a lo mejor una muerte, o quién sabe qué cosas peores se le ocurrirán a la fortuna, pero os vais a perder. Ten claro que sentirás un vacío increíble y ganas de abrazarle y no soltarle nunca, y será tu peor droga, la droga más dura que probarás o no nunca.
¿Y desintoxicación? Cariño, me temo que para esto del amor, no hay centros de esos. Tendrás que buscar a alguien que te llene, que te prometa olvidar, pero también ten en cuenta, que ni tu serás la mitad suya, ni él la tuya, simplemente te hará feliz.